EL DR FAVALORO Y NUESTRO HOSPITAL
Días pasados cumplió 89 años de vida nuestro hospital, y coincidentemente también se cumplió un nuevo aniversario de la trágica desaparición del Dr. René Favaloro. Haciendo un análisis de la problemática de nuestro nosocomio, se nos vino a la mente la tremenda, dura y vigente realidad expuesta por el Dr. Favaloro en su carta póstuma.
En ella habla de cómo estaba cansado de “golpear puertas” y “mendigar” para que el sistema le reconociera lo que le correspondía; vaya coincidencia, los agentes del equipo de salud de nuestro hospital hace mucho tiempo que venimos “golpeando puertas” y “mendigando” por condiciones dignas de trabajo y mejor calidad de atención para nuestros pacientes.
Lamentamos que la respuesta del sistema, encarnada en nuestro ministro de salud provincial haya sido que somos unos “canallas” por ejercer nuestro derecho de reclamo; en todo caso si éste adjetivo significa defender los derechos de nuestros pacientes, pues lo seguiremos siendo.
Por otro lado, la impotencia a que se refería el Dr. Favaloro y la indiferencia y falta de compromiso de los funcionarios de turno es la realidad vigente en nuestra Institución, viendo como son cajoneados nuestros reclamos. Al día de hoy, luego de las Asambleas de Abril, la mayoría de las promesas fueron incumplidas. Nunca en la historia del Hospital ha habido tanto malestar entre su personal, donde la sensación es que hay que aparentar que todo está bien.
En el país de las sensaciones parece que mostrar una realidad virtual es lo políticamente correcto. Reclamamos políticas de salud serias y no la política del “parche” que es la que se aplica actualmente. Mientras tanto seguimos escondiendo la basura debajo de la alfombra.
Es por ello que para seguir honrando lo que la comunidad nos otorgó como el “orgullo bellvillense”, se nos hace un deber hacer conocer el lado oscuro del sistema que no es precisamente un orgullo, tal como la precariedad laboral, el descalabro edilicio, la falta de personal, los magros salarios, y muchos otros déficit.
Los profesionales de la salud del Complejo hemos sido muy prudentes al no retomar las asambleas aún, pues somos concientes de que los primeros perjudicados son los pacientes que concurren a dicho nosocomio. Lo que no debemos dejar de percibir es como la salud pública provincial perjudica día a día la calidad de prestación de los que menos tienen.
El Dr. Favaloro se inmoló debido a la gran impotencia de no poder cambiar el sistema. Nosotros nos inmolaremos en la indiferencia dejando que siga la decadencia de nuestro Hospital? Hasta cuando abusarán de nuestra paciencia?
El Dr. Favaloro se inmoló debido a la gran impotencia de no poder cambiar el sistema. Nosotros nos inmolaremos en la indiferencia dejando que siga la decadencia de nuestro Hospital? Hasta cuando abusarán de nuestra paciencia?